La música en el S.XX

Desde el punto de vista cronológico, a la música de este periodo se le llama música contemporánea y tiene su origen en los movimientos nacionalistas del último Romanticismo que darán lugar a otras tendencias, en cierto modo continuistas, como el Impresionismo o el Expresionismo.

1.- CONTEXTO HISTÓRICO:
El siglo XX es un periodo de cambios acelerados. El desarrollo de las comunicaciones y de las tecnologías van a influir en gran medida durante el transcurso de este periodo. Sin embargo, los problemas socioeconómicos y políticos derivados de la Revolución Industrial culminan a principios de siglo con la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Revolución Rusa (1917) y más tarde con la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Estos hechos sacuden hasta lo más íntimo las conciencias de la población. El panorama europeo es desolador ya que las guerras trajeron millones de muertos y muchas personas se vieron obligadas a abandonar sus países.
Sin embargo, nada más terminar 2º Guerra Mundial se inicia una reconstrucción que abarcará todos los ámbitos: político, económico, social, ético y, por supuesto, artístico. El auge de la tecnología, los medios de transporte y las telecomunicaciones convierten a nuestro planeta en una aldea global que conoce casi con total inmediatez lo que ocurre en el mundo entero.

2. CONTEXTO CULTURAL:
El siglo XX es un periodo en el que los cambios y las novedades en el mundo del arte se van a dar con gran velocidad. Nunca antes, en la historia se había visto proliferar tal cantidad de escuelas, movimientos y novedades como ahora. Los cambios y las tendencias se suceden de forma acelerada. Estamos ante una época de replanteamiento estético y formal del arte. Todos los movimientos que surjan tendrán un nexo común: el deseo de ruptura con el pasado.

El contacto de la sociedad europea con culturas lejanas, propiciado por el avance de las comunicaciones y las exposiciones universales aportará nuevos horizontes a la creación artística. Desde finales del siglo XIX la pintura asume un liderazgo indiscutible en el terreno artístico, ya que encabezará todos los cambios y vanguardias que vayan surgiendo en el transcurso del siglo XX.

3. CONTEXTO MUSICAL:
El mundo de la música también se verá influido por ese cambio social y cultural. La música, cuyos recursos tradicionales habían sido explotados hasta la saciedad por los autores románticos, busca abrirse nuevos caminos y romper con el pasado. Gran cantidad de estilos vanguardistas musicales se irán yuxtaponiendo en el transcurso del siglo en busca de la novedad y la experimentación, a través de un cambio estético que dará lugar a las composiciones más variopintas.

La aparición de nuevos géneros como el jazz o el rock y sus derivados arrebatará a la música culta el protagonismo, casi exclusivo, del que había gozado durante siglos. Poco a poco se irá convirtiendo en una música de minorías, ajena al éxito y a los intereses comerciales. En la segunda mitad de siglo, la llegada de la tecnología alterará la forma de componer e interpretar la música. Por primera vez en la historia los medios electrónicos e informáticos tendrán una función importante dentro del fenómeno musical.


4.- CARACTERÍSTICAS MUSICALES:
Aunque es complicado establecer unas características generales al abordar la multitud de corrientes que se van a dar en este siglo, cada una de ellas con sus propios fundamentos, vamos a destacar algunas ideas generales:
  • La pérdida de unidad estilística y técnica se hace evidente ya que no hay un lenguaje y un tipo de expresión únicos, sino una pluralidad de movimientos. Cada compositor busca su propio lenguaje musical para expresarse. 
  • La ruptura con el pasado se manifiesta en el progresivo abandono del lenguaje tonal, que parece haber llegado a su fin. El ritmo adquiere gran protagonismo. 
  • Búsqueda de la novedad, ninguna obra puede parecerse a otra y para ello hay que experimentar con todo lo que se tenga a mano. Cualquier objeto puede ser capaz de producir música. 
  • El compositor no busca la belleza de melodías, sino llamar la atención del oyente, por lo tanto nos encontraremos ante piezas extrañas que no tienen nada que ver con la música que se había realizado hasta entonces. 
  • En algunas corrientes, sobre todo en la 2º mitad de siglo, el compositor acompaña su obra con textos explicativos propios para que la obra se pueda interpretar y entender, ya que a menudo se usan sistemas de notación no convencionales. Además, en esta época, entrarán en juego los avances electrónicos e informáticos. 
5.- EL IMPRESIONISMO El Impresionismo puede considerarse como la primera manifestación contemporánea del siglo XX. En las últimas décadas del Romanticismo, un grupo de pintores franceses se interesaron por el trabajo al aire libre. Un lienzo de Claude Monet titulado "Impresión, sol naciente" será el origen del movimiento impresionista, estilo que adoptarán otros pintores y que más tarde se trasladará al mundo de la música. Se trata de pinturas que plasman paisajes y ambientes difuminados, en las que no se busca la perfección y realismo del cuadro, sino la impresión que produce en los ojos de quien lo observa.
El impresionismo musical será un movimiento típicamente francés, relacionado con la tendencia pictórica. Posiblemente es la corriente más novedosa y original de todas las que se dan en esta época. El compositor más destacado de este movimiento es Claude Debussy, con obras como "Preludio a la siesta de un Fauno" (1894).
Al igual que la pintura impresionista, la música de Debussy es una música de atmósferas y de sentimientos sutiles, carente de la grandiosidad post-romántica. Las características de esta música son:
  • Melodías desdibujadas (igual que en pintura), sin líneas ni cadencias claras, que utilizan escalas modales, pentatónicas, cromáticas o de tonos enteros.
  • Armonía libre, con acordes incompletos a los que Debussy llama flotantes, que toman su valor por su sonoridad, no por su función tonal, para convertirse en líneas y manchas que se desvanecen en el tiempo y el espacio.
  • Nuevo concepto de timbre, utilizando los instrumentos de forma individual y no como conjunto orquestal (collage).
  • Incorporación de elementos musicales orientales, tanto melódicos o rítmicos como armónicos.
Uno de los continuadores de la obra impresionista de Claude Debussy será el francés Maurice Ravel, conocido por su obra "El bolero".

6.- EL EXPRESIONISMO
El término Expresionismo aparece a partir de 1911 para designar un estilo pictórico en el que, poco a poco forma y color dejan de estar obligados a imitar la realidad. Este movimiento es predominantemente alemán y afectará a la música y literatura, además de a la pintura. Se caracteriza por buscar la expresión del alma del ser humano de forma dura y pesimista. El tema principal del Expresionismo es el hombre y su vivencia interior llena de conflictos y temores, que muestra una realidad distorsionada marcada por el dolor y la angustia.

La obra "El grito", de Edward Munch, es considerada como la primera manifestación expresionista. En música, el compositor más representativo de esta tendencia es Arnold Schoenberg, que considera la música como medio para expresar la personalidad del hombre. Las principales características del Expresionismo son:

Búsqueda de lo dramático mediante el uso constante de disonancias que producen una tensión continua, sin momentos de reposo.

  • Utilización de un sistema atonal, que rompe con todas las reglas tradicionales de organización melódica y armónica.
  • Pérdida del concepto de melodía en favor de un canto recitado (sprechgesang), que tiene como objetivo la expresión violenta y agresiva del texto. 
  • Normalmente son obras para pequeñas formaciones de cámara, en las que cada instrumento tiene el papel de solista. 
Una de las obras más destacadas de esta corriente es "Pierrot Lunaire", ciclo de 21 melodramas compuestos sobre poemas de Albert Giraud.
Los fundamentos de la música dodecafónica fueron elaborados y desarrollados a comienzos del siglo XX por el compositor austríaco Arnold Schoenberg y dos de sus discípulos y amigos: Alban Berg y Anton Webern, que son conocidos en conjunto como Escuela de Viena. Este método fue creado en 1923 y también fue conocido como Serialismo.
La técnica dodecafónica consistía en definir una serie con las doce notas de la escala cromática (distancia de medio tono entre notas), que podían ordenarse de la forma que el compositor decidiera. Sin embargo, una vez establecido el orden, éste debía mantenerse a lo largo de toda la obra; era precisamente esta serie la que se erigía como la estructuradora de toda la composición. Desaparece, por tanto, la jerarquía entre los grados de la escala, originando una música atonal que podríamos asociar a la pintura abstracta de autores como V. Kandinsky.
Pronto, los compositores dodecafónicos se dieron cuenta de que una sola serie limitaba enormemente las posibilidades compositivas; por ello, para disponer de un mayor margen de acción, se empezaron a utilizar en la misma obra otras series derivadas de la primera, retrógrada (hacia atrás), invertida (en espejo) o retrógrada invertida.

8.- NEOCLASICISMO
El Neoclasicismo (nuevo Clasicismo) surge entorno a 1920 como reacción al Post-Romanticismo, el Impresionismo y el Expresionismo. Es quizá el movimiento que menos novedades aporta durante este periodo; supone una vuelta a la claridad formal del Clasicismo, y el rechazo a una concepción expresiva de la música cargada de significados subjetivos. 

Se vuelve al cultivo de las formas y géneros clásicos, buscando una nueva sencillez, ya que aspira a devolver a las obras musicales la comprensibilidad y el placer para el oído. Por esa razón, la mayoría de las obras de este movimiento recuperan la tonalidad clásica.

Entre los principales representantes de esta tendencia se encuentra el francés Erik Satie y el llamado "Grupo de los Seis", cuyos ideales fueron expuestos en 1918:

"... basta ya de nubes, olas, ondas y fragancias nocturnas. Necesitamos una música con los pies en la tierra, una música cotidiana,...".

Una conocida obra de Satie es la titulada "Gymnopédie nº 1". Otro conocido autor de inspiración neoclásica fue el ucraniano Sergei Prokofiev que compuso obras como "La Sinfonía clásica op. 25" o el ballet "Romeo y Julieta". Esta corriente ha tenido continuadores hasta la actualidad.

Igor Stravinsky
El compositor ruso Igor Stravinsky (1882-1971) ha sido reconocido como la figura más importante del panorama musical del siglo XX. Su influencia sobre el desarrollo de las nuevas corrientes del siglo XX, se asemeja a la del pintor Pablo Picasso en las artes plásticas. Fue considerado por la revista Time como una de las personalidades más influyentes del siglo XX. El trabajo de Stravinski abrazo múltiples estilos composicionales, revolucionando la orquestación y abarcando varios géneros; prácticamente reinventó el ballet en su forma, incorporando múltiples culturas, idiomas y literaturas. Stravinski comenzó a re-pensar el uso del «motive» y el ostinato ya en el ballet El Pájaro de fuego, pero el uso de estos elementos alcanzó su florecimiento en La consagración de la primavera.
Los «motives», que se desarrollan usando una frase musical distintiva que es seguidamente alterada y desarrollada a lo largo de una pieza música. Compuso una gran cantidad de obras clásicas abordando varios estilos como el primitivismo, el neoclasicismo y el serialismo, pero es conocido mundialmente sobre todo por tres obras de uno de sus periodos iniciales —el llamado período ruso—: El pájaro de fuego (L’Oiseau de feu, 1910), Petrushka (1911) y La consagración de la primavera (Le sacre du printemps, 1913). El estreno de La consagración de la primavera en 1913 fue probablemente el más famoso «escándalo» en la historia de la música, con luchas a puñetazos entre los miembros del público y la necesidad de vigilancia policial durante el segundo acto. Para muchos, estos ballets clásicos, atrevidos e innovadores, prácticamente reinventaron el género. Stravinsky también escribió para diversos tipos de conjuntos en un amplio espectro de formas clásicas, desde óperas y sinfonías a pequeñas piezas para piano y obras para grupos de jazz.

9.- MÚSICA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX
Herederos de las novedades aportadas en las primeras décadas, durante a segunda mitad de siglo el arte en general y en particular la música siguen las pautas de ruptura con lo establecido marcadas por los autores de las generaciones anteriores.

Ya ha desaparecido de forma definitiva el lenguaje universal tonal, llegamos en este periodo a la concreción de estilos artísticos mucho más radicales e individualistas, en los que todo es válido para crear una obra de arte, que, muy a menudo, va a sorprender al un público que no está preparado para este tipo de música.

Por primera vez en la historia de la música los medios electrónicos, que se van desarrollando debido al gran avance de la tecnología, formarán parte de la composición. Los instrumentos tradicionales van dejando su sitio a otros instrumentos de nueva creación, que se congregarán en el laboratorio musical y más tarde en el ordenador.

LA MÚSICA CONCRETA

Hacia mediados del siglo XX surge esta corriente, que se inspira en el Futurismo, ya que utiliza cualquier sonido o ruido sacado de la realidad. El compositor se lanza a la calle grabadora en mano, recogiendo todos los sonidos que cree interesantes; estos sonidos posteriormente se manipulan en un laboratorio musical (se cortan, se pegan, se modifican algunas de sus cualidades...) y se montan en una cinta magnetofónica. El resultado es una composición de música concreta.
En este tipo de música el papel del intérprete es sustituido por el magnetófono, y el compositor presenta su obra de manera definitiva y objetiva. Por primera vez en la historia la ciencia y los aparatos tecnológicos se usan para la creación de obras musicales.

Entre los compositores pioneros se encuentran los franceses Pierre Schaeffer, que expone sus teorías en "El tratado de los objetos musicales" y Pierre Henry. Algunos de los títulos de las obras de estos artistas son: "Estudio de ruidos", "Sinfonía para un hombre solo", "Variaciones para una puerta y un suspiro" o "El micrófono bien temperado".

LA MÚSICA ELECTRÓNICAEsta corriente surge influenciada por la música concreta. Como hemos visto, esta música se basaba en la grabación de un conjunto de sonidos reales que se manipulaban; sin embargo, en la música electrónica el sonido es creado completamente en un laboratorio, son sonidos que no existen en la realidad, que se crean, se procesan y se graban electrónicamente. Este tipo de música suprime totalmente los intérpretes y las partituras.

El laboratorio musical es el centro de creación del artista. Aquí el compositor utiliza sintetizadores y otros aparatos electrónicos para generar el sonido.

Entre los compositores más destacados de este movimiento está: Karl Stockhausen, que desde 1953 dirige el Estudio de Música Electrónica de Colonia (Alemania). Su obra más conocida es "El canto de los adolescentes". 

La música electrónica se unirá a la música concreta, dando lugar a obras cuyo contenido es en parte grabaciones de sonido real y otros creados por medios electrónicos. A esta música se le conoce como Electroacústica, y se convertirá en uno de los procedimientos más empleados por casi todos los compositores del siglo XX.

LA MÚSICA ALEATORIA
Movimiento que surge durante los años 60 y que reacciona contra el Serialismo, tratando de introducir en la música una mayor libertad compositiva. Se trata de una música indeterminada, en función del azar y de la libertad de quien la interpreta. Este tipo de música, en ocasiones, también dejará parte de la interpretación en manos del público, que participa activamente en la obra. Otras veces, los sonidos del entorno serán parte integrante de la música.

El principal precursor de este tipo de música fue el norteamericano John Cage, cuya obra más representativa es "4'33'' para cualquier número y clase de instrumentos", escrita en 1952, y en la que los intérpretes permanecen sentados y en silencio durante cuatro minutos y treinta y tres segundos (tiempo que dura la obra), de manera que son los ruidos de la sala, del público y del exterior los que construyen la pieza.

MINIMALISMO

Se le conoce también con el nombre de Música Repetitiva, y nace en los EEUU a principios de los años 70. Este tipo de música se basa en la creación de sencillos elementos melódicos, que se transforman mínima e insistentemente a lo largo de su desarrollo; es decir, se trata de crear una mínima célula melódica y repetirla constantemente introduciendo un cambio insignificante en cada repetición.

El principal representante de esta tendencia es Michael Nyman, que crea una obra minimalista que más tarde formará parte de la banda sonora de la película "El piano".

LA DANZA MODERNA

Además de las aportaciones del ballet ruso, se produjo en la misma época, de forma paralela, y por parte de numerosos bailarines, un intento de renovar y modernizar el ballet para hacerlo más acorde con las nuevas tendencias artísticas. Este tipo de danza se caracterizará por el rechazo al espectáculo y a las normas del ballet tradicional, hacia unas formas de movimiento más naturales.

Entre estos artistas destaca la bailarina Isadora Duncan. Quiso aportar al ballet una espontaneidad y una libertad mayores en la expresión del cuerpo, huyendo de la estereotipada técnica clásica. Este tipo de baile busca la expresión profunda de los sentimientos. El resultado es una nueva concepción del ballet que muestra lo bello y lo feo de la vida, que incorpora el trabajo en el suelo y evita la rigidez de los pasos definidos dando al artista mayor libertad de movimiento, ya que como afirma Cunningham:
 "Cualquier movimiento puede ser un movimiento de danza"


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